Esta pequeña cajita que pasa casi inadvertida es un gran tesoro cosmético. No conozco mejor manera de hidratarme los labios. En mi casa siempre ha habido una.
Aunque confieso que las ganas por conocer nuevos tratamientos labiales hicieron que me olvidará de ella. Un día cansada de probar nuevos productos me queje en una conversación con mi prima pequeña. Y ella me dijo yo utilizó la
Cajita Rosa de Gal la de toda la vida es la mejor. Así, fue como recupere mi afición. Con el paso del tiempo he aunado mi imaginación y he descubierto muchas maneras de aprovercharla al máximo. Ahí van:
- Bálsamo hidratante de cutículas en la manicura.
- Hidratante de durezas en la pedicura.
- ¿Se agotó tu iluminador? Sólo necesitas un lápiz blanco, un pincel y vaselina.
- ¡Desmaquíllate los ojos! Masajea la zona con un poco de producto en los dedos y retira con un disco de algodón.
- ¿Quieres lucir unas pestañas bonitas? Con los ojos desmaquillados y secos aplícate en las pestañas un poco de producto antes de ir a dormir. El resultado: unas pestañas más hidratadas y por lo tanto con mayor brillo.
- Base de labios. Unos labios hidratados están listos para ser maquillados.
- ¿Maquillaje de noche? Si sólo tienes sombras de ojos mate, mezcla tu sombra preferida con un poco de vaselina. ¡Serás la reina de la noche!
La única pega que le veo es que no tiene factor de protección solar. Pero por lo demás es un básico de mi mesilla de noche, de mi neceser de manicura y de mi make up.
¿Algún truco de belleza más?